La Lemon Pie es una de las tartas clásicas de la repostería americana que como muchas otras tiene su origen en Inglaterra pero fueron los americanos los encargados de crearla tal y como hoy la conocemos.
¿Qué lleva la Lemon Pie?
Una verdadera Lemon Pie ha de tener tres capas bien diferenciadas: una base de masa quebrada casera y crujiente, una crema suave de limón y una última capa de cremoso merengue ligeramente dorado.
Las tres texturas han de estar perfectamente conseguidas y el sabor dulce equilibrado con la acidez de la crema de limón.
¿Cómo la hacemos?
En principio es una receta que cuenta con muy pocos ingredientes y escasa elaboración pero la dificultad se encuentra en hacer los distintos pasos con mucho amor y enfriar cada capa antes de echar la siguiente.
La masa quebrada la hacemos nosotros con harina, mantequilla, agua, sal, huevo y azúcar y la dejamos reposar y enfriar antes de echar la crema de limón.
Para que la crema de limón coja volumen hay que remover despacio y sin parar para que vaya espesando y añadirle el zumo de limón al gusto.
A la hora de montar el merengue hay que dejar las prisas a un lado y usar un recipiente bien seco y limpio para batir las claras.
El último toque es meter la tarta en el horno el tiempo justo para que el merengue quede tostado, no hay que descuidarse porque la línea entre el éxito y el fracaso es muuuy fina.
Un poco de historia
El origen de la Lemon Pie se remonta a la corte de la reina Elisabeth de Inglaterra.
Esta tarta era preparada por los protestantes durante el siglo XVIII y llegó a América del Norte gracias a los cuáqueros, una comunidad religiosa disidente de los protestantes que se extendieron por Estados Unidos en 1774.
Los primeros colonos sufrían de escasez de alimentos así que al principio las tartas de limón carecían de merengue debido al alto precio de los huevos y el azúcar.
La receta fue evolucionando y un siglo después se le añadió la capa superior de merengue gracias a los reposteros franceses e italianos.
La primera constancia de tarta de limón con base de hojaldre y relleno de crema, fue en 1806 gracias a Elisabeth Goodwell, una cocinera estadounidense nacida en Filadelfia.
Se dice que esta cocinera tuvo que usar muchas yemas de huevo para otras recetas y decidió aprovechar las claras para hacer un relleno de merengue para una tarta de limón, una verdadera #wastewarrior!!!
Esta idea nacida del aprovechamiento tuvo una gran acogida a nivel local y se popularizó en todo Estados Unidos gracias a una exalumna de la Sra Goodwell llamada Eliza Leslie.
Otros historiadores apuntan al pastelero suizo Alexander Frehse como verdadero creador de este postre en el siglo XIX.
Esta tarta es una de las más consumidas en Estados Unidos, especialmente en los estados del sur y California y goza de su propio día nacional, el 15 de Agosto.
¡Si alguna vez habéis probado una Lemon Pie y no os ha gustado es porque no era la nuestra!
Con esta tarta no vale cualquier cosa, la delicadeza en su elaboración lo es todo. Nunca elijas una Lemon Pie que no esté hecha a mano.
Sólo con nuestra fabricación artesana se consigue su delicioso sabor y esponjosidad.
Es ideal como postre y merienda porque es muy ligera y tan preciosa que dejarás asombrado a todo el mundo.
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